06 noviembre, 2006

A-Dios

Alguien me preguntó una vez por qué escribo sólo cuando estoy triste....

Tal vez porque cuando estoy feliz canto, voy a la playa o hago algún dibujo.


Esto se ha transformado en un jardín para dejar pasar, para sentarse un rato, respirar hondo y caminar de nuevo con una perspectiva diferente. La pena no es mala cuando nos permite reformular, corregir, ajustar o romperlo todo para empezar de nuevo. Hoy, ayer, días un tanto grises, pero ya pasan, ya deja uno de sentirse diminuto y después de dormir, de soñar un rato, abre uno los ojos y ha vuelto a su tamaño original.

Esta es la manera en que todo se mueve, gente de todas las formas y colores que va y viene, nos abren o nos cierran los ojos, y avanzamos así, tocando, queriendo, quemando momentos, lugares y personas, lo aceptamos y lo entendemos porque nadie puede volar con los brazos cruzados. Hay veces en que debemos guardar lo que queremos dar en el bolsillo, para que no se pierda en el viento violento de este desierto.


Bien....


Ahora respiro, trago saliva y vuelvo a empezar, un poco mas sabia en estas cosas de la vida y en planos generales feliz, porque los recuerdos son tesoros que duran para siempre.

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