12 octubre, 2007

Aquellos tiempos melancólicos

Caía sin saber, como canciones líquidas chorreando por la espalda, del sudor amargo de los amores prohibidos que me cortaron las manos cuando aún no nacía.

Me contaban y yo no oía, todo circulaba sin tocar, entre gemidos simbólicos y representativos de las mentiras mas hirientes. Y así creció de la nada y se volvió nada, absorbiéndolo todo y atándole los tobillos a las gacelas.

Me escurrí en el mejor momento, los cabellos se me enredaban entre las rodillas haciéndolo todo más difícil, espeso, viscoso. Entonces me saqué la piel a mordiscos y se la regalé a una esquina vacía para que la acompañara. Y tejí un capullo de saliva y recuerdos para vestirme de un color totalmente nuevo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

...como una pequeña mariposa que se convirtió en poeisa... jejeje
Conmovedores como siempre tus relatos... conmovedores y omonimos por lo cierto
¿Qué gran tristeza se esconde tras el apodo de "needle"?
¿Será sólo el retrato de una joven existencialista? (jejeje)

Comenzaba a extrañar sus relatos... me agrada el que halla vuelto

Un beso... la leo por ahí

tonguis dijo...

Es tan triste, pero lo dices tan hermoso, que hasta me gusta.

Un abrazo